10 de junio de 2017

Con la mirada en lo improviso

En estos tiempos absurdos de la posverdad a mí aún me gusta observar a mi alrededor, incluida la gente, claro; es sencillo, por seguridad y porque del mirar nacen las historias... "Con la mirada en lo improviso", como escribió Gerardo Diego. He quedado con ella, una mujer joven a la que debo explicar cuatro o cinco cosas básicas; me ha citado en un lugar elegante, no sé si lejos de su alcance económico o qué... Mientras me ponen la copa pienso en que ando huérfano de musa, eso que parece absurdo a los de la posverdad, tan poseídos de su mentira sin alma, esa que no pisa la calle. A mí, si unas manos no me sugieren un poema, si unas palabras no me llevan al relato o si unas ideas no me sirven para el teatro, los cardos de las cunetas tampoco me señalan nada, más que el nefasto calor que abría Las uvas de la ira. Llega la autora, con esas ganas de comerse el mundo de los veinte años y me sonríe, sin saber que ese mundo de lobos sólo se combate con altas dosis de paciencia, aderezada de mala leche. Me encanta ver cómo ahora estas generaciones llevan una libreta de tapas duras, un boli y el móvil, bajo cuya carcasa guardan el deneí y veinte pavos que, en un sitio pijo como este, no llegan ni para la propina. Le digo las cuatro básicas y me mira como si yo fuera el tío que lo inventó todo, sin caer en que un día estuve ahí, con las mil pesetas bien dobladas que no daban más que para un par de libros de segunda mano y la copa de vino malo que nos ponían en Alonso Martínez. Además, que me encanta lo que escribe esta generación de ahora; me gusta echarles una mano por decirles que las letras, fuera de un maravilloso libro y un alma que lo dicte, no sirven de nada posverdaderamente... Cuando piensa en que un par de copas, aquí, cuestan más de veinte pavos, se pone roja y le digo que pronto, cuando sea conocida, me pagará la revancha (me mira con asombro). "¿Y tú?", me interroga. "Yo tengo bastante con buscarme una musa...".

2 comentarios:

victoriafol dijo...

Es ideal tener una musa o un muso,no sólo para inspirarte en la escritura,también en la propia vida y en el día a día ...hacen que te levantes con ganas de comerte el mundo y no te de pereza nada!!!tu en eso aportas,puedo decir que eres mi muso,me levantas el animo,escuchas y encima pagas cafés (cosa que tu musa no hace)
Muchos besos

Francisco José Peña Rodríguez dijo...

Estoy en la búsqueda ;-)